Exposición “Pergamins oblidats” de Manolo Ripollés
Manolo Ripollés en esta exposición intenta encontrar la esencia de su pintura. Aquí la temática, en concreto los papeles viejos, los libros antiguos, abandonados o rotos, hacen de la muestra una especie de biblioteca, de conjunto de libros mudos, alineados como restos de un naufragio, el de la vida,
Presentación
Pergaminos olvidados por la mano del copista
La anécdota que nos alivia de nuestro propio caos, del peso de las vivencias, heridas sin sutura, puede seguir una dirección centrípeta, de fuera a dentro. Se puede llegar, en el núcleo, en el centro, en la primera nebulosa oculta, negada, desde un muro blanco, de cal, ahogado por las hojas compactas de la hiedra, o desde paisajes secos de mejillones y arena, o desde el lienzo de peces enterrados por lodos y musgos, huidos de un recuerdo de infantes, o desde hileras de álamos sin fin, o desde fundiciones de tablas, rigidez de manteles de encaje y pinceles y pigmentos o, quizás, desde la farsa de un libro blanco, abierto, donde los signos borrados ignoran intencionadamente, cualquier historia.
Han sido, estos mundos exteriores, paisajes diáfanos, construidos con fragmentos de sueños, de memorias, de palabras nunca dichas, nunca liberadas. Reconstrucción de imaginarios que hieren, testigos de una cosmología personal, conjunto de símbolos en ebullición o en ceniza viva, metamorfosis de imágenes inalcanzables.
La búsqueda de un nuevo camino, centrífugo esta vez, la reflexión sobre el proceso de alumbramiento de los elementos testimoniales de situaciones vividas -infierno o paraíso-, suscita un nuevo espacio. Ahora, la imagen, el discurso interior, surge de un mundo cerrado, ficticio, silente, de un mundo de libros, falaz, apócrifo. Delusión o siquiera investigación, al fin, de un placer estético. El lirismo de vitelas claras, tiernas, mórbidas, suaves, de pergaminos olvidados por la mano del copista, de tejuelos medio borrados por el polvo y el tiempo, de imposibles volúmenes donde el hierro y la yema bordean el arte povera, son a la vez cauterio y expresión estética de un ensayo de liberación de los propios espectros y de los propios miedos.
Zoraida Burgos
Nota informativa
Nacido en Amposta, Manolo Ripollés mezcla en su trabajo las prácticas pictóricas y visuales basadas en la literatura, sobre todo en la poesía. A mediados de los años 70, momento en que empieza a exponer su obra, se vincula tanto a las vanguardias históricas como los fenómenos locales de la cultura catalana. La pintura, los objetos, las instalaciones, etc, han aportado a su obra una redefinición del paisajismo, un paisajismo que se convierte en un medio donde el autor expresa con un marcado sentido territorial. Exposiciones como "Homenaje a Rafael Alberti" (1976), "Publicación de Vísperas" (1980), "Ciclo de la noche" (1981), "Barros del Ebro" (1998), "La Obsesión de las Dunas" (2000), "Colectiva (Entre Vents)" (2005), y otras actuaciones son el testimonio de sus anteriores trabajos.
Manolo Ripollés en esta exposición intenta encontrar la la esencia de su pintura. Aquí la temática, en concreto los papeles viejos, los libros antiguos, abandonados o rotos, hacen de la muestra una especie de biblioteca, de conjunto de libros mudos, alineados como restos de un naufragio, el de la vida, que el artista ha ido recuperando a base de repintar los mismos.
El paso del tiempo marca sus señas de identidad en las estanterías, grandes y pequeñas -toda una biblioteca- rellenas de textos misteriosos que quizás de entrada no dicen nada, pero que se adivina que envasan alguna parcela de sabiduría gracias a las formas conspicuas de su deterioro. El artista se funde en su obra como la trayectoria de un pasado que se implica en el presente.
el collage, la técnica de esta muestra, cobra en las manos del artista una nueva dimensión, hasta el punto de que sus creaciones pueden llegar a parecer cuadros, como si la pintura se hubiera apropiado de ellas. La imagen, surge de un mundo cerrado, ficticio, silente, de un mundo de libros, falaz, apócrifo. El lirismo de vitela las claras, tiernos, mórbidas, suaves, de pergaminos olvidados por la mano del copista, de tejuelos medio borrados por el polvo y el tiempo, de imposibles volúmenes donde el hierro y la yema bordean el "arte povera ", son a la vez cauterio y expresión estética de un ensayo de liberación de los propios espectros y de los propios miedos.
Créditos
Organiza:
Ajuntament d’Amposta
Generalitat de Catalunya. Departamento de Cultura y Medios de Comunicación