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BIAM 2002. “Premi Biennal d’Art Ciutat d’Amposta 2002”
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BIAM 2002. “Premi Biennal d’Art Ciutat d’Amposta 2002”

El premio BIAM’02 no deja de ser un incentivo más que necesario ante los problemas que los creadores encuentran en nuestro país. Potenciar y activar el arte contemporáneo no sólo supone dar apoyo a los creadores o crear tejido cultural ...

del 28 de setembre al 8 de novembre de 2002

Museu Comarcal del Montsià.


Jurat

Ferran Barenblit, curador independent i crític d’art; Nimfa Bisbe, curadora de la col·lecció d’art contemporani de la Fundació La Caixa; Manuel Olveira, director d’Hangar; Manel Margalef, artista i professor a l’Escola d’Art i Disseny de Tarragona.

 

Premis i seleccionats

1r premi:

  • Juande Jarrillo, de Granada


Premi compra:

  • Lluís Fernández
  • Antonio Ortega
  • Alfred Porres


Seleccionats:

  • Pilar Beltrán
  • Alejandro Canovas
  • Patricia Dauder
  • Fearless_studio 2002 (col·lectiu)
  • Toni Ferron
  • Ramon Guimaraes
  • Jaume Parera
  • Àngel Pomerol
  • Consol Rodríguez
  • Marc Vives

 

Presentació


Panorama bianual de la creación. Amposta 2002
Desde su nacimiento, el papel y las funciones del museo disfrutaron de enriquecedoras mutaciones a lo largo del tiempo producto tanto de los cambios socio-económicos y políticos como de las propias transformaciones inherentes al mundo de la cultura. El uso y disfrute de las colecciones pasó del selectivo elitismo a una democratización creciente, si hemos de creer los datos de visitantes que aparecen en prensa. La representación de los valores de una determinada clase social deja paso a una pluralidad de miradas y subjetividades relativas a la clase, el género o etnia que poco a poco tiñen diversas exposiciones o presentaciones y organizaciones de colecciones. Sin olvidar, por supuesto, que a esos cambios cualitativos hay que añadir los cuantitativos. La proliferación de museos característica de nuestros días está vinculada a la demanda social y al interés por la educación, pero también a circunstancias cambiantes de tipo económico como la reducción de la jornada laboral, el consumo desaforado, el interés por parte de algunas empresas en invertir en arte para conseguir desgravaciones o beneficios de imagen con los que reforzar positiva e indirectamente estrategias comerciales, políticas y/o publicitarias. Al mismo tiempo, no hay que olvidar la función que el arte en general y los museos en particular ejercen sobre la reactivación de algunas áreas urbanas y de promoción de la imagen de algunas ciudades.

Pero es en el terreno político donde se concentra la mayor confluencia de intereses y estrategias para la inauguración y/o ampliación de instituciones museísticas y para la organización de eventos culturales de todo tipo. La cultura es peligrosa porque afecta al terreno de la comunicación, del pensamiento, de la ideología y de la circulación de ideas, pero lo que resulta aun más peligroso es que las manifestaciones culturales simbolizan formas de interpretación y de representación del discurso, de la identidad de pasado y el presente cultural y de las proyecciones, aspiraciones y deseos para el futuro. Vista así, la cultura no es un ámbito huero y aséptico, sino las arenas movedizas en las que cualquier sistema puede naufragar o sentirse amenazado. Superadas las posiciones refractarias (“cuando oigo la palabra ‘cultura’ cojo el revolver”) u otras claramente sibilinas (“cuando escucho la palabra ‘cultura’ cojo el talonario”), para el poder político era notoria la necesidad de aprovechar las posibilidades que los museos y la cultura en general ofrecen. De un lado se desea dar satisfacción a la demanda, y, de otro, se desea controlar lo que se muestra. El resultado es una fiebre constructiva de museos y una febril actividad inauguradora que este año 2002 está siendo especialmente activa.

El breve listado de condiciones explicitadas hasta ahora influyen y explican los cambios en la concepción del propio museo y, a la vez, en las actividades que desde éste se organizan. De las funciones claramente vinculadas a las tradicionales misiones museísticas de conservar, estudiar, difundir y exponer el acervo cultural de una comunidad, estamos pasando a otro tipo de funciones más directamente relacionadas con las diferentes comunidades y grupos de productores y receptores. Las convencionales funciones perspectivas (relacionadas con la conservación de los restos del pasado y la construcción de lecturas e interpretaciones sobre esos restos) dejan paso a otras más prospectivas (relacionadas con el conocimiento del presente, de sus conflictos y de sus realidades). Pero esa función prospectiva no sólo se reduce al conocimiento y presentación de la realidad cultural del presente, sino también a una voluntad de crear ese presente, de establecer mecanismos para que el dinamismo cultural sea enriquecido y potenciado. El museo, como institución que recoge las producciones culturales de un pasado más o menos reciente, pasa a ser productor y generador de manifestaciones visivas en el presente. Esa es una de las funciones más importantes para el Premio de pintura Bienal de arte BIAM 2002 organizado por el Ayuntamiento de Amposta y el Museu del Montsià.

¿Cual es el valor que tiene una convocatoria de estas características?, ¿cuál es su función?, ¿de qué forma incide en los creadores?, ¿qué piensa el público de la utilización del dinero público?, ¿qué tipo de selecciones se hacen y por qué?, ¿bajo qué criterios se incluye o no a un artista?, ¿qué lecturas se derivarán de la selección?, ¿qué otras lecturas habrían de incorporarse y cual sería la forma de hacerlas presentes? Estas son algunas de las preguntas que orientan la labor del jurado cuya oportunidad –y esta sería una de las primeras funciones de una convocatoria de estas características- es realizar una cata horizontal, vertical y prospectiva que pueda convertirse en un panorama o escenario donde se muestran las creaciones y las tendencias del heterogéneo abanico creativo actual. La pluralidad de la selección permite acercarse a las diferentes aportaciones creativas de los últimos años dos años, saber qué preocupa y/o interesa a los y las artistas, reconocer algunos perfiles característicos de la cultura contemporánea y vislumbrar el estado de la cuestión de las artes visuales en nuestro entorno más inmediato. Evidentemente, las limitaciones relativas al número de artistas que se presentan a la convocatoria, así como las limitaciones económicas y espaciales, establecen unos límites muy claros a este panorama y a esta voluntad de representar ciertas actitudes y posicionamientos de los creadores contemporáneos.

Una segunda función sería la relativa a la asunción de un papel activo en la revitalización de panorama artístico. De ahí que su atención prioritaria sea la de apoyar y/o servir de plataforma para nuevos y jóvenes creadores y sus innovadores formas de concebir la producción artística. Esta prioridad tiene varias razones: porque los jóvenes son el futuro más inmediato, porque su situación económica es inestable y porque necesitan de canales que ayuden a mostrar su trabajo. La situación española es problemática porque si bien es verdad que se han dado muchos pasos para la normalización cultural, también es verdad que todavía padecemos muchas insuficiencias: es verdad que se han abierto muchos museos, pero esa política no se acompañó de la apertura de centros donde producir y donde encontrar ayudas y facilidades de todo tipo de para la creación (infraestructuras, maquinarias, técnicos, etc.); es verdad que se ha implementado una variada política de becas, pero las de residencia en el exterior apenas cubren la manutención y las de producción son tan exiguas que los resultados nunca superan cierto nivel de calidad (a pesar de los esfuerzos de los artistas para sacarles el máximo de rendimiento); es verdad que se han abierto escuelas y facultades de bellas artes, pero también es verdad que su profesorado, sus planes de estudio y sus dinámicas difícilmente son operativos para relacionarse con las dinámicas del presente. Es verdad que existe una ley de mecenazgo, pero ni ésta ni la ausencia de tradición en este sentido son operativas para incentivar la inversión privada en el mundo de la cultura.

Ante este tipo de dificultades, el premio BIAM’02 que el Museo del Montsià y el Ayuntamiento de Amposta posibilitan no deja de ser un incentivo más que necesario ante los problemas que los creadores encuentran en nuestro país. Incentivo que, además, se incrementa con las tres adquisiciones de obra realizadas en la Bienal por parte de tres empresas comerciales, lo cual indica el calado de la convocatoria bianual, el grado de implicación que consigue con la sociedad civil e incluso la labor realizada para fomentar el interés y el coleccionismo privado. Potenciar y activar el arte contemporáneo no sólo supone dar apoyo a los creadores o crear tejido cultural, sino también hacer que su trabajo se entienda y se valore por capas cada vez más amplias de la población y que por él se interesen sectores privados y/o corporativos, tal y como están demostrando las tres empresas que otorgan sendos ejemplos de compra de entre las obras seleccionadas.

La inexistencia de un marco conceptual, estético, ideológico y curatorial que defina el resultado de la selección de artistas y obras (visible en la exposición y en este mismo catálogo), hace necesario un esfuerzo para orientarse entre la pluralidad consecuente y para poder seguir las diferentes referencias o direcciones que a modo de cartografía van marcando cada una de las obras. La selección ahora visible puede ofrecer algunas piezas interesantes para el debate actual alrededor de la producción artística que se está librando a muchas bandas simultáneamente y que se nutre de muchas tradiciones artísticas, diversas posturas políticas y referencias filosóficas. Lo que tienen en común las obras es que todas ellas suponen la búsqueda de nuevas coordenadas para la acción dentro de las categorizaciones culturales ya prefijadas. Las piezas seleccionadas, de entre las tres o cuatro propuestas por cada artista, son de naturaleza muy diversa y permiten diversos acercamientos: desde el posicionamiento crítica, las referencias conceptuales, las miradas contemplativas e introspectivas, hasta las ironías más descarnadas.

Viendo las obras, imágenes de mundos propios y posibles, existentes sólo que como tales, cautivadoras por inexpugnables y alejados, huidizas y errantes como la presencia ausente de las condiciones de vida actuales, próximas como callejones sin salida o cegueras blancas por inabarcables e infinitas, ¿qué son?, ¿cómo podríamos nombrarlas para acercarse a ellas? Algunas, dispositivos destinados a mostrar la invalidez de los parámetros estrictos y clasificatorios del historiador del arte; otras, jugadas hipnóticas que reclaman la participación de la mirada como eje fundamental que las define; las de más allá, imágenes sin fondo y sin país, ilegibles como sistemas de acceso a ellas mismas; y también están aquellas otras que se sitúan en los intersticios de la creación como un elemento que ofrece múltiples aspectos que provienen de ellas mismas, pero también de otras esferas de la construcción de espacios y voces. Ante ellas, resulta evidente el pluralismo de la selección, algunos de sus solapamientos, ciertas discrepancias, paralelismos fortuitos, coexistencias incómodas, contradicciones y encuentros muy productivos. Todas estas situaciones armónicas, inarmónicas, acompasadas, desacompasadas, agradables, desagradables, tranquilas y/o tensas son necesarias si de lo que se trata es de mapear de forma efímera y provisional el territorio y el recorrido de la producción artística contemporánea. Tanto la obra premiada de Juande Jarrillo –que se incorpora a la colección del Museo del Montsià-, como las tres compradas a Antonio Ortega, Lluís Fernández y Alfred Porres –que pasarán a propiedad de las tres empresas patrocinadoras- encontrarán nuevos marcos de referencia donde articularse, confrontarse e iniciar consecuentemente otros recorridos.

Manuel Olveira 
Septiembre 2002

 

Nota informativa


El passat dissabte 28 de setembre va tenir lloc al Museu del Montsià la inauguració de l’exposició Premi de Pintura de la Biennal d’Art Ciutat d’Amposta 2002, que presenta les 14 obres seleccionades d’entre els 85 participants en la setena edició d’aquest certamen artístic, organitzat per l’Ajuntament d’Amposta amb la col.laboració de l’Escola d’Art i Disseny d’Amposta i el Museu del Montsià.

Des de la primera edició, l’any 1989, el Premi de Pintura Biennal d’Art Ciutat d’Amposta ha esdevingut una important cita cultural de l’actualitat artística emergent, tant per la quantitat d’obres presentades pels joves creadors com per la projecció dels artistes guardonats en anteriors convocatòries. L’edició d’enguany presenta importants novetats respecte a les anteriors, com són la selecció de les obres a partir dels dossiers presentats pels diferents artistes i l’atorgament de tres Premis Compra, que enceten un nou apartat de premis dins la Biennal.

El passat dia 4 de setembre es va reunir el Jurat, format per Ferran Barenblit, crític d’art; Nimfa Bisbe, comissària de la col·lecció d’art contemporani de la Fundació La Caixa; Manuel Olveira, director de Hangar, Manel Margalef, artista i professor de l’Escola d’Art de Tarragona com a coordinador, i Antònia P. Ripoll, directora de l’Escola d’Art ESARDI d’Amposta com a secretària. El mateix dia es va informar en roda de premsa dels 14 artistes i obres seleccionades. L’exposició d’aquest any mostra profusament la diversitat de mitjans i la importància de les noves tecnologies en l’expressió artística.

El dia 28 de setembre, en el decurs de la inauguració de l’exposició, es va fer públic el guanyador del Premi de la Biennal d’Art Ciutat d’Amposta 2002, el granadí Juande Jarrillo, amb l’obra “Sin título”, que més enllà de la dotació econòmica, tindrà dret a realitzar una exposició monogràfica de la seva obra. També es van fer públics els guanyadors dels Premis Compra que atorguen tres empreses col·laboradores, i que van ser Lluís Fernández, amb l’obra “I want to be bald!”, Antonio Ortega amb l’obra “Bambi y niño oriental” i Alfred Porres amb l’obra “De fronteres i Pasteres 2 (Story board)”. El catàleg de l’exposició també es va presentar aquest mateix dia, en el qual es recullen les trajectòries artístiques dels artistes i les obres seleccionades.

 

Crèdits

  • Ajuntament d’Amposta
  • Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura
  • Diputació de Tarragona
  • Museu del Montsià
  • Escola d’Art i Disseny d’Amposta
  • Dapsa
  • Construccions Monllau
  • New Packing
  • Nou Disseny
Altres activitats Altres activitats
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977 709 400
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